Director: David Robert Mitchell
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Intérpretes Principales: Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto, Jake Weary, Olivia Luccardi, Lili Sepe, Linda Boston, Caitlin Burt, Heather Fairbanks, Aldante Foster, Ruby Harris, Christopher Hohman, Bailey Spry, Rich Vreeland.
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Argumento: Jay, de 18 años, tiene su primer encuentro sexual con su novio en la parte trasera de un coche.
Tras el hecho, aparentemente inocente, la situación se pone algo tensa cuando su novio hace que ella se desmaye.
Al despertar, el joven le explica que lo hizo para ahuyentar a una serie de espíritus que lo acosan.
A partir de ese momento, es Jay quien sufrirá las consecuencias de ese acoso, encontrándose sumergida en visiones y pesadillas; teniendo la sensación de que alguien o algo la observa.
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Mi opinión: Poseedora de buenas críticas, a mí no me ha convencido.
Está bien realizada desde el punto de vista técnico, creando un clímax acertado de fantasía sobrenatural, y con una larga escena, la de la piscina, en verdad sobrecogedora, con gran fuerza dramática y tensión admirable. Pero el resto es sumamente irregular, con lentitud en muchos momentos que parecen derivarán en algo interesante cuando no es así.
Bien concebida en su guión, sobre el papel, no alcanza las cotas que se propone quedándose a medio camino entre lo que quería lograr y lo que finalmente queda en pantalla. Un querer y no poder, posiblemente porque el director todavía tiene que aprender.
Leo por ahí que resulta aterradora...¿sí? pues yo no sentí miedo en ningún momento, y ciertas escenas se alargan más de la cuenta.
No obstante, reconozco que se sale de lo normal y que se aparta de lo trillado en este rico género, pero no veo que sea tan buena como se ha dicho/leído por ahí.
Para gustos.
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